Tras
“Canción de cuna para un cadáver” Bette recibió una oferta de una
productora inglesa para rodar “A merced del odio”, la historia de una niñera
trastocada emocionalmente por la muerte accidental de una de sus pupilas y ahora
muy peligrosa también para su hermano. Esta película tuvo un éxito moderado,
pero Bette no recibió ninguna oferta cinematográfica en dos años y medio.
Durante este mortal paréntesis en su carrera, decidió trasladarse a Wetport,
Connecticut, cerca de donde B.D. y su marido Jeremy se habían comprado una
casa. Estaba muy excitada con el proyecto de vivir cerca de su querida hija. No
obstante, la actitud de ésta y de su yerno fue siempre muy distante y las
visitas fueron escasas y llenas de discusiones. B.D. se distanció
deliberadamente de su madre y se dedicó a su vida familiar.
Su
hijo Michael, sin embargo, era un muchacho cálido y muy educado. A los 21 años
se casó con Chou Chou Raum, una muchacha que encantó a Bette. La boda fue una
ceremonia feliz para Bette. No obstante, B.D. no acudió al enlace ni a las
celebraciones a pesar de ser invitada.
La
relación con su hija Margot fue difícil para Bette pues ella no entendía el
retraso de la muchacha y eso a Bette podía llegar a exasperarla.
En
1968 contrató a Vik Greenfield como asistente interno, el cual trabajó con
ella durante 6 años. A finales de ese mismo año su hermana Bobby decidió
alejarse de Bette y se trasladó a Phoenix para vivir con su hija Ruth y su
familia.
En
aquellos momentos Bette se sentía sola y solo encontraba consuelo en su cada
vez más escaso trabajo. Entre 1972 y 1974 protagonizó varios pilotos para
televisión que no llegaron a convertirse en serie. También realizó algunas
giras con apariciones personales para proyectar imágenes de sus películas y
comentarlas con el público.
A
finales de 1973 los problemas económicos la llevaron a vender su casa de Twin
Bridges y comprar otra más pequeña que llamó My Bailiwick, y que estaba más
cerca de la de B.D.
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Bette
entrevistada en televisión en 1974 |
No le llegaba
ninguna oferta y aceptó la primera que estuvo en sus manos, un papel
protagonista en un musical de Broadway. Se trataba de “Miss Moffat”, la
versión teatral de su película de 1945 “El trigo está verde”. Al
principio Bette aceptó el reto con ilusión y se integró con ganas entre los jóvenes
miembros del reparto. Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha del estreno
en provincias, comenzó a sufrir repentinos problemas de salud que provocaron
diversos retrasos. Finalmente la obra fue estrenada con éxito, pero tan sólo
después de unas pocas representaciones Bette volvió de nuevo a excusarse sus
habituales problemas de salud. Sabía que lo suyo no era el teatro y finalmente
dejó colgada a toda la compañía.
Permaneció un
tiempo alejada de la vida pública hasta marzo de 1975, cuando decidió retomar
su espectáculo evocativo “Una noche informal con Bette Davis”, que paseó
por Australia y el Reino Unido. Allí Bette se sentía feliz pues recibía el
calor y la admiración de sus fans.
Su siguiente
papel para el cine sería de nuevo una película de terror, “Pesadilla diabólica”,
en la que de nuevo, Bette se enfrentó con todo el equipo. La crítica fue
adversa a Bette y al film en 1976.
Su
siguiente film, “La desaparición de Aimee”, fue más satisfactorio. Se
trataba de una película para televisión en la que compartía protagonismo con
Faye Dunaway, actriz que no gustó nada a Bette.
En
1976 B.D. y su marido se habían trasladado a una finca en Stevens Township,
Pennsylvania. Bette procuraba visitarles con frecuencia, aunque nunca se alojaba
en su casa, si no en un motel. Las visitas seguían siendo tensas, pues Bette no
era bien recibida ni por su hija ni por su yerno. A pesar de ello, seguía ayudándoles
económicamente. Las relaciones entre madre e hija iban de mal en peor y B.D.
nunca se mostró agradecida.
En
1977 Bette tuvo varias ofertas. Primero protagonizó “The dark secret of
harvest home” y posteriormente participó en la adaptación cinematográfica
de la novela de Ágata Christie “Muerte en el Nilo”, donde realizó una
colaboración especial.
En
agosto de 1977 B.D. dio a luz a un nuevo hijo barón y Bette fue excluida de
este momento. Bette asumió finalmente que no era querida en la vida de su hija
y decidió alejarse. Dejó Connecticut y se trasladó a West Hollywood, donde
compró un apartamento. Bette se sentía inmensamente sola, pues su madre Ruthie
había muerto, su hermana Bobby estaba enferma de cáncer y su hija la había
repudiado. Bette se entregó al alcohol más que nunca. Pero por suerte entró
en su vida una joven universitaria en 1979, Kathryn Sermak, que se convertiría
en su secretaria personal y principal compañía durante los últimos años de
su vida. A Kathryn la conoció cuando la contrató para que la acompañase a
Inglaterra a rodar el film “Watcher in the woods”, y a su regreso, le pidió
que se quedara con ella como asistente personal.
En
julio de 1979 Bobby falleció, lo cual supuso un nuevo golpe para Bette. Una vez
más el trabajo palió sus penas. Entre 1978 y 1980 participó en varios
proyectos: dos para la gran pantalla, el mencionado “Watcher in the woods” y
“Return from Witch Mountain” para Disney, y tres telefilms para televisión,
“Strangers”, “White Mama” y “Skyward”. Su interpretación en
“Strangers” le valió un Emy como mejor actriz secundaria.
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Entrevista
en televisión en 1982 |
En
1981 le ofrecieron el papel principal de una miniserie para televisión, “Family
reunion”. Bette propuso para uno de los papeles a su nieto Ashley, hijo de B.D.
De
nuevo Bette se encontró con varias ofertas sobre la mesa para elegir. En 1982
interpretó para televisión “Little Gloria..
happy
at last” y “A piano for Mrs Ciminino”.
En
1983 Bette tuvo el privilegio de trabajar en “Derecho a elegir” con otro de
los mitos de la época dorada de Hollywood, James Stewart, que por entonces tenía
su misma edad, 75 años. El trabajo fue cordial y estuvo lleno de admiración y
respeto por ambas partes.
Con
James Stewart |
En
1983 B.D. y Jeremy pidieron ayuda económica a Bette porque estaban a punto de
perder su negocio y su granja. Bette hizo frente a todas sus deudas, por lo que
ambos manifestaron verbalmente su agradecimiento hacia ella, aunque no lo
manifestaron en modo alguno con hechos.
En
1983 Bette recibió una interesante oferta del conocido productor Aarón
Spelling para que realizara una colaboración especial en una nueva serie de
televisión, “Hotel”. Bette participaría tan solo en siete capítulos por
temporada por los que recibiría una importantísima suma de dinero. Era una
oportunidad para mantenerse activa con un pequeño trabajo que le proporcionaría
estabilidad económica. Participó en el piloto y en el primer episodio a pesar
de no agradarle demasiado la oferta, pero el destino se mostró tremendamente
adverso en forma de graves problemas de salud. A Bette le detectaron un cáncer
de mama y posteriormente sufrió varias ataques de apoplejía que mermaron su
aspecto físico y su fuerza. Precisó de varios meses de rehabilitación. A su
lado siempre estuvo Kath. Sin embargo, las visitas y el interés de su hija B.D.
fue siempre escaso.
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Primer
episodio de la serie "Hotel" |
Poco
tiempo después B.D. y su marido tuvieron nuevos y graves problemas económicos
y se vieron obligados a abandonar su casa y su negocio.
Entre
tanto, Bette se sentía muy débil y desmejorada y temía ser vista en público.
En 1984 aceptó participar en Inglaterra en la versión televisiva de la novela
de Ágata Christie “El truco de los espejos”, junto a Helen Hayes. Por esos
años, su hija B.D. y su marido experimentaron un fanático acercamiento a la
religión. B.D. además recibió una jugosa oferta por escribir un libro sobre
su madre, por el que recibió un importante adelanto económico. “My mother’s
keeper” fue tremendamente cruel con Bette y la hirió profundamente, algo de
lo que Bette nunca se recuperaría. Incluso tuvo una continuación bajo el título
de “Narrow is the way” con una repercusión mucho menor. El primero se
convirtió en un best seller y proporcionó a B.D. elevados beneficios a costa
de hablar mal de su madre.
El
nefasto año 1985 concluyó con la mala noticia para Bette de que Kath se iba a
trasladar a trabajar a París, donde estaba su novio. Lo aceptó con resignación
y se enfrentó de nuevo a la soledad y a la búsqueda de compañía de amigos y
extraños a los que contrataba.
Una
nueva salvación llegó de manos del telefilme “As summers die”. Pero tras
este trabajo de nuevo vivió una sequía de trabajo. Su salud y su aspecto físico
la habían mermado considerablemente y las ofertas eran difíciles. No obstante,
en 1986 llegó a sus manos un bonito film llamado “Las ballenas de agosto”,
donde compartió cartel con Lillian Gish, la dama del cine mudo. Como de
costumbre, Bette complicó el rodaje y se mostró combativa contra Gish. Las críticas
hacia el film fueron buenas.
Bette
decidió escribir en esos momentos un segundo tomo de sus memorias, “This’n
that”. Además, en la primavera de 1987 Kath Sermak regresó de París tras
haber roto con su novio y de nuevo se convirtió en la mano derecha de Bette.
Estuvo a su lado hasta el día de su muerte y ocupó el papel que debería haber
cubierto B.D.
La
salud de Bette y su aspecto la habían reducido a una figura esquelética. Aún
en esta situación, en 1988 se embarcó en el rodaje de la que sería su última
película, “Wicked stepmother”. Bette solo estuvo dos semanas y abandonó el
rodaje. No obstante, su director rehizo el guión e incluyó los minutos en los
que participó Bette. El film solo se comercializó en vídeo.
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A
lo largo de 1989 Bette recibió varios premios honoríficos. El último de ellos
fue el premio Donosita a toda una vida en el Festival Internacional de Cine de
San Sebastián. Bette se desplazó hasta España a pesar de su precario estado
de salud. El cáncer había invadido todo su cuerpo, pero por unos días, el
calor y la aclamación de su público le dieron unos momentos más de gloria.
Viajó a San Sebastián y pocos días después, tras un empeoramiento de su
salud, fue junto a Kath al Hospital Americano de París, donde murió el 6 de
octubre de 1989. Desaparecía así una de las más grandes leyendas de Hollywood
y una de las mejores y más fascinantes actrices de todos los tiempos, BETTE
DAVIS.