Ruth
Elizabeth Davis, más conocida como Bette Davis, nació el 5 de abril de 1908 en Lowell, en el estado de Massachusett
(Estados Unidos). Su madre, Ruth Favor, se casó muy joven con un joven al que
conocía desde los siete años llamado Harlow Morrel Davis. La boda se celebró
el 1 de julio de 1907. Cuando Ruthie se quedó embarazada, esto no gustó nada a
su marido, que no deseaba tener un hijo en esos momentos.
La
niña fue bautizada como Ruth Elizabeth Davis y apodada “Betty”. Desde un
primer momento Harlow mostró un manifiesto desprecio hacia la recién nacida.
No le hacía el menor caso y vivía volcado en sus libros de derecho. Sensible a
la carencia afectiva de Betty, Ruthie trató de resarcirla de la rigidez de su
esposo dándole casi siempre una excesiva manga ancha.
Su
segunda hija , Barbara, apodada Bobby, nació en octubre de 1909 y fue
igualmente denostada por su padre.
A
medida que la personalidad de Bette se fue manifestando con más claridad y
contundencia, creció el desapego de Harlow. No obstante, los recuerdos de la
infancia de Bette Davis son felices, excepto el frío vacío que le dejó
su padre.
El
matrimonio de sus padres se fue deteriorando. Con sólo siete años, Bette ya
percibió que Harlow se había vuelto tan indiferente a Ruthie como a Bobby y a
a ella misma. La convivencia con el arisco Harlow nunca había sido fácil para
Ruthie, y ahora le resultaba insoportable; su hostilidad con las niñas, sus
largos silencios y ausencias, acabaron por pasar factura. En 1918 Ruthie, no
pudiendo soportar más la situación, se separó de su marido.
Ruthie
y sus hijas navegaban ahora a la deriva. El divorcio era infrecuente en aquella
época y fue algo que las niñas mantuvieron en silencio de cara a sus amigos.
Tan terrible como el psicológico fue el impacto financiero. No obstante, Ruthie
estaba decidida a que sus hijas recibieran una esmerada educación y eso solo
podía conseguirse en centros privados, que eran caros. Ruthie encontró un
primer trabajo en Nueva York y llevó a sus hijas a una escuela de ambiente
rural pero prestigiosa. Las niñas se adaptaron estupendamente, hasta que Bette
sufrió un pequeño accidente que le provocó quemaduras en la cara. En 1920
Ruthie perdió su trabajo y entonces decidió estudiar fotografía para más
adelante poder ganarse la vida montando un estudio. Mientras tanto, ella y sus
hijas sufrieron numerosas penalidades económicas y tuvieron que ir de pensión
en pensión, a cual más lúgubre y triste.
En
1922 Ruthie estaba convencida de que con los conocimientos sobre fotografía
adquiridos podría comenzar a trabajar como fotógrafa. Así, se trasladaron a
East Orange, New Jersey, donde Ruthie se dedicó a realizar retratos familiares.
Bette entró en la escuela secundaria de East Orange, pero su extrañamiento fue
grande y no logró adaptarse.