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Bette
Davis |
Una
actriz
legendaria |
Bette
se casa por 4ª vez y adopta dos niños
Tras
dejar la Wamer Bros, Bette rodaría su primera película con la RKO Pictures,
propiedad de su antiguo amante Howard Hughes. Allí la actriz protagonizó «La
egoísta», un drama sobrio y sin concesiones sobre un divorcio. Por otra de
las ironías de la vida, tan corrientes en la carrera de Bette, mientras la
rodaba, la actriz iniciaría los trámites del divorcio de William Grant
Sherry. Se acordó de que ella tendría la custodia de B. D. Y que debería
pasarle una pensión a su ex marido. Sherry tardó en dejar de molestarla.
En los primeros tiempos amenazó repetidas
veces con raptar a B. D. e
irrumpió en repetidas ocasiones en el rodaje para acabar golpeando al actor
principal, Barry Sullivan.
«La
egoísta» era un filme mucho mejor que los últimos que había protagonizado
Bette para la Warner; sin embargo, Hughes se empeñó en montarla de una forma
que a la actriz le parecía errónea.
Esto motivó enormes peleas entre ambos que acabaron con llevar al traste su
antigua amistad.
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"Eva
al desnudo"(1950) |
"La
egoísta" (1951) |
Una gran película y su último
marido
Cuando
la situación de Bette era de lo más comprometida, un; antiguo adversario
vendría a salvarla del apuro. Se trataba de Darryl F. Zanuck, el
propietario de la 20th Century Fox, con quien la actriz había discutido
violentamente en su corto tiempo al frente de la Academia de Hollywood. Zanuck
tenía a punto el rodaje de «Eva al desnudo» y se encontró con que
Claudette Colbert, la protagonista prevista, no podía hacerla porque se había
lastimado esquiando. Rápidamente, recurrió a Bette. Ella le ignoró al
principio, pero cuando recibió el guión que él le envió, quedó enamorada
del personaje ,de Margo Channing y aceptó sin pensárselo dos veces.
El
director de «Eva al desnudo» era Joseph Leo Mankiewicz, un gran realizador
que el año anterior había ganado dos
Oscar por la dirección y el guión de «Carta a tres esposas». A
Bette, Mankiewicz no le caía demasiado bien, pero le admiraba profundamente.
Por su parte, Mankiewicz había sido puesto en guardia contra la actriz por su
amigo el también director Edmund Goulding. Sin embargo, Bette y Leo se
portaron de manera excelente y el rodaje de «Eva al desnudo» fue uno de
los pocos de la carrera de la estrella en el que no hubo problemas y el ambiente
fue relajado. Todos estaban encantados con la historia y por trabajar con los
demás actores.
Durante
el rodaje de «Eva al desnudo», Bette conoció a Gary Merrill, un actor
secundario
por el que se sintió inmediata e irresistiblemente atraída. Merrill era
viril, despierto y atrevido y a Bette siempre le habían gustado los hombres
poco agraciados físicamente. Además, él sería de todos sus maridos el que más
la igualaba en temperamento, dedicación personal e inteligencia.
Tan
sólo 24 horas después de que fuera oficial el divorcio de Bette y Sherry, los
dos se fugaron a México y se casaron allí. A buen. seguro, Merrill fue de
sus cuatro esposos al que Bette amó más apasionadamente. Tenía más en común
con él que con ningún otro y la familia estaba de su parte porque consideraba
que, siendo actor, era el hombre más apropiado para ella.
El
momento era idóneo para relanzar la vida y la carrera de Bette. Su matrimonio
con Merrill fue perfecto en los primeros tiempos, tanto que decidieron
adoptar a una pequeña niña a la que pusieron de nombre Margot. Pero entonces
Bette perdió el buen criterio que la había caracterizado en épocas
anteriores y protagonizó varias películas desastrosas que volvieron a
hundirla.
La
primera de estas fue «Another Man's Passion», una floja comedia negra que debía
haber rodado en Inglaterra Barbara Stanwyck. Todo estaba previsto para ella,
pero la actriz viajó a Roma de imprevisto para darle una sorpresa a su
esposo, Robert Taylor, y la sorprendida fue ella cuando le encontró en plena
aventura sentimental con otra mujer. La Stanwyck quedó destrozada y se negó a
participar en el filme. Val Guest, el productor, recurrió entonces a Bette y,
pese a que se trataba de un guión muy malo, sorprendentemente Bette aceptó.
Ella, Merrill y las niñas se embarcaron para Inglaterra para hacer la película.
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Bette
y Gary Merril |
Bette
y su madre, Ruthie |
Esta
vez, Bette no fue tan bien recibida en las islas como en su visita anterior. La
prensa se mostró hostil, llamando a Merrill «Mr. Bette Davis» y destacando
el prematuro envejecimiento de la actriz. Esto la afectó muchísimo e hizo
que pusiera especial atención en la elección del director de fotografía (que
sería el último responsable de sacada favorecida). El designado era Robert
Krasner, ganador de un Oscar por la fotografía de «El tercer hombre». Bette
insistía en trabajar sólo con operadores que hubiesen ganado la estatuilla.
Sin embargo, cuando vio las primeras pruebas de cámara, le desagradaron muchísimo
y encendiendo un cigarrillo preguntó: “Y a este hombre por qué le dieron
un Oscar?” Alguien, desde el fondo de la sala, respondió en voz bien alta
“¡Por fotografiar ruinas!” “El tercer hombre” había sido rodada en la
Viena de la posguerra, destruida por las bombas. Bette se enfureció y exigió
que saliera el que lo había dicho, pero nadie se responsabilizó del
ataque.
Finalmente,
Bette aceptó a Krasner y se inició el rodaje. Estuvo, como siempre, plagado
de discusiones y el resultado final fue una de las peores películas de la
actriz. Además, en plena filmación tuvo lugar la entrega de los Oscar en la
que Bette estaba nominada por «Eva al desnudo». El equipo se reunió
alrededor de la radio y fueron escuchando el desfile de los diferentes premios.
Cuando llegó el de la mejor actriz, Bette se puso en pie de un brinco. La voz
del locutor anunció: «y la ganadora es... Judy Hollyday».
Bette
se dejó caer bruscamente y mintió con toda la valentía de la que fue
capaz. «¡Eso está bien! ¡Lo ganó una novata! ¡Estoy muy contenta!».
Obviamente, nadie la creyó, aunque fue una de sus mejores interpretaciones.
Lo cierto es que fue injusto que no le dieran a Bette su tercera estatuilla
por su gran composición como Margo Channing.
«Another
Man's Passion» fue un desastre que deshizo lo que había hecho «Eva al
desnudo»
por la carrera de Bette. Sin embargo, la estrella no se dejó desanimar. Regresó
a los Estados Unidos muy unida a Merrill y decidió adoptar otro niño al que
pusieron de nombre Michael. Durante. el viaje de vuelta, Bette y Merrill se
dieron cuenta de que Margot lloraba demasiado y se mostraba excesivamente
inquieta. No le dieron importancia y la verdad es que tampoco podían suponer
que eso fuera el prefacio del drama que aguardaba al matrimonio y que
acabaría
siendo una de las causas de su destrucción.
De
regreso a Hollywood, Bette continuó cometiendo errores fatales en la elección
de los proyectos en los que intervenía. Rechazó «Come back little Sheba»,
filme en el que es seguro que hubiese estado perfecta, y aceptó rodar «La
estrella», una, película sobre la historia de una antigua gloria de
Hollywood que acaba como dependienta en unos , grandes almacenes.
Otro
infierno para Bette
Después
de esto, Bette aceptó volver al teatro y protagonizar una comedia musical
en la que debía cantar y bailar. Fue otro gran error, ya que ella no dominaba
ese terreno y no podía estar más que gris en el escenario. Su nombre hizo que
el espectáculo se mantuviera en cartel durante el invierno de 1953. Sin
embargo, los problemas de salud volvieron a atacarla. Una infección bucal que
había venido arrastrando durante meses se complicó hasta el punto de que,
tras una representación, Bette tuvo que ser trasladada de urgencia a un
hospital
de Nueva York. Allí, los médicos le extrajeron la muela infectada, y le
diagnosticaron una osteomielitis muy grave. Bette tardó tres años en
recuperarse
totalmente. Además, durante los primeros días corrió la voz de que tenía
cáncer
y aunque ella obligó al periodista que publicó la mentira a retractarse,
fueron muchos los que creyeron que estaba mortalmente condenada.
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Bette,
Merril y los hijos de la pareja: B.D. (del anterior matrimonio de la
actriz), Margot y Michael, ambos adoptados |
Pero
ni la marcha de su carrera ni los achaques eran la máxima preocupación de
Bette.
Durante su recuperación, la actriz pudo comprobar que Margot se comportaba de
forma extraña. No paraba de llorar y en ocasiones se mostraba
extremadamente violenta. En una ocasión estuvo a punto de estrangular a un
gatito que le había regalado Bette. Sin embargo, lo que obligó a los Davis a
buscar ayuda psiquiátrica para ella. fue el ataque que Margot protagonizó
contra su hermano Michael. Dotada de una fuerza increíble para su edad, la niña
agredió al pequeño con unos cristales y lo dejó en el suelo cubierto de
sangre mientras ella aullaba como un animal.
Los
médicos pronto le diagnosticaron una enfermedad mental incurable. Margot tenía
un coeficiente intelectual de 60 y jamás podría recuperarse. La familia
aconsejó a Bette devolver a la niña al centro de adopción, pero el instinto
maternal de ella se rebeló contra tal solución. Al final, con el corazón
desgarrado, se vio obligada a internada en un lujoso y excelente centro en el
que una de las mejores especialistas de los Estados Unidos se encargó de
cuidar a la niña.
Por
otro lado, el matrimonio entre Bette y Merrill empezó a deteriorarse. La
continua tensión generada por la enfermedad de Margot hizo que las peleas
entre ambos - recordemos que eran dos fuertes caracteres- se hicieran cada vez
más frecuentes. A esto hay que añadirle la frustración de un Merrill que se
daba cuenta de que jamás llegaría a ser una estrella y que quedaría
encasillado para siempre en series de televisión y películas de acción de
serie B. Como tantas veces, el esposo de Bette buscó una salida en el alcohol
y éste fue el principio del fin del matrimonio.
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