Bette Davis

Una actriz legendaria

 

Llama un desconocido

 

 

Ficha artística y técnica

Título original: Phone Call from a stranger

Una producción Twentieth Century-Fox (1952)

Dirección: Jean Negulesco

Reparto: Shelley Winters, Gary Merrill,  Michael Rennie, Keenan Wynn, Evelyn Varden, Warren Stevens,

Beatrice Straight, Ted Donaldson, Craig Stevens, Helen Westcott y Bette Davis

 

 

 

Argumento: Mientras vuela hacia Los Ángeles, donde pretende comenzar una nueva vida y tratar de olvidar que su esposa Jane (Helen Westcott) se disponía a abandonarles a él y a sus hijos por otro hombre, David Trask (Gary Merrill) reconforta a Binky Gay (Shelley Winters), una joven y llamativa pasajera que admite que éste es su primer viaje en avión. Binky le expresa también su vivo deseo de ver a su marido Mike (Craig Stevens), al que dejó para ir a Nueva York y buscar un papel, que al final no consiguió, en un espectáculo de Broadway. Dispuesta a abandonar su ilusión de comenzar una carrera teatral, le dice que conseguirá que su matrimonio sea un éxito a pesar de Sally (Evelyn Varden), su suegra, que regenta un local nocturno en Sunset Strip y quiere que Mike se divorcie de ella.

El mal tiempo obliga a hacer un aterrizaje forzoso en un aeropuerto del Medio Oeste, en el que se dirige a ellos otro pasajero, el doctor Fortnes (Michael Rennie), que, enterado de que Trask es abogado, desea que le represente legalmente en Los Ángeles, donde tiene la intención de confesar ante el fiscal del distrito que fue responsable de la muerte de tres personas en un accidente de automóvil mientras conducía borracho. El doctor Forness le explica a Trask que debe tranquilizar su conciencia para poder mirar cara a cara a su hijo Jerry (Ted Donaldson), que le idolatra pero sospecha la verdad sobre el accidente.

Otro pasajero, Eddie Hoke (Keenan Wynn), un dinámico viajante de comercio con un gran repertorio de chistes viejos, sugiere que él, Binky, Trask y el doctor Fortness se encuentren cualquier día en Los Ángeles, para tomar unas copas y recordar aquel viaje. En señal de asentimiento, los cuatro intercambian sus direcciones y suben a bordo del avión, que está a punto de despegar.

Vuelve a empeorar el tiempo y el avión, perdido entre la espesa niebla, se estrella al intentar aterrizar en un prado cerca del aeropuerto. Cuando recobra el conocimiento, Trask descubre que sus heridas son leves, pero que él es el único del cuarteto que ha sobrevivido al accidente. En vez de dejar en manos de la compañía el establecer contacto con las familias de las víctimas, opta por visitarlas él y comunicarles la trágica noticia.

Después de contarle a Jerry Fortness que su padre había decidido confesar su culpa y hacer frente a las consecuencias, la intervención de Trask consigue que el muchacho vuelva a casa con su madre (Beatrice Straight) en vez de huir a Sudamérica. Al marido y a la suegra de Binky le explica que la muerte de ésta ha sido una doble tragedia, puesto que acababa de firmar un buen contrato en Broadway. Esta mentira le baja los humos a Sally, que había estado tratando de convencer a Mike de que Binky no era más que una perdida sin ningún talento.

 

 

En el modesto hogar de Eddie Hoke, al que acude de mala gana, Trask conoce a la viuda de Eddie, Marie (Bette Davis), que no es la belleza despampanante de que hablaba a Eddie, sino una inválida postrada en la cama. Anticipándose a su sorpresa, la señora Hoke le cuenta que en cierta ocasión abandonó a Eddie y huyó con otro hombre, el cual la dejó, a su vez, cuando ella quedó paralizada a causa de un accidente en una piscina. Sin ignorar que Eddie podía parecer odioso a los demás, explica a Trask que para ella fue un hombre leal que le perdonó su desliz y la admitió de nuevo a su lado cuando nadie la quería, amándola y cuidándola hasta el día de su muerte.

Sinceramente afectado por esta historia, Trask le habla de su esposa y la señora Hoke le ruega que la telefonee y le comunique que ha sobrevivido al accidente. Convencido de que el perdón forma también parte del amor, Trask le explica a su esposa, lo mejor que puede, que se dispone a volver a casa, al lado de ella y de sus hijos.

 

 

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