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Una actriz legendaria |
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El favorito de la reina |
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Ficha artística y técnica Título original: The Virgin Queen Una producción de Twentieth Century-Fox (1955) Dirección: Henry Koster Reparto: Bette Davis, Joan Collins, Richard Todd, Jay Robinson, Herbert Marshall, Dan O'Herlihy, Robert Douglas, Romney Brent, Marjorie Hellen, Lisa Daniels, Lia Davis, Barry Bernad, Rod Taylor |
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Argumento: A su regreso a Inglaterra en 1581, después de combatir honrosa y victoriosamente en la guerra de Irlanda, Walter Raleigh (Richard Todd) se gana el favor de lord Leicester (Herbert Marshall), un hombre de confianza de la reina Isabel (Bette Davis) que se siente tan impresionado por el joven y valiente guerrero que dispone que sea presentado en la Corte. Raleigh, que espera merecer la atención de la reina y lograr interesarla para que patrocine sus ambiciones de navegar hasta el Nuevo Mundo y regresar con grandes riquezas, adquiere una capa carísima, que no puede costearse, para ofrecer en la Corte una imagen llamativa y opulenta.
Al extender su capa sobre un lodazal cuando la reina Isabel atraviesa el patio del palacio, Raleigh llama la atención de la soberana. Una vez le ha sido presentado, aprovecha la tracción que ella siente por él para ganarse su favor. Abiertamente encaprichada con él, Isabel le nombra capitán de la Guardia, a pesar de la opinión contraria de Chadwick (Jay Robinson), un respetado consejero que aborrece a Raleigh.
Una vez en palacio, y cerca de la reina, Raleigh se enamora de una de sus hermosas damas, Beth Throgmorton (Joan Collins), que no ignora que compite con la reina Isabel por el favor de Raleigh. Confiando en la reina, Raleigh le habla de su ilusión por ir al Nuevo Mundo en busca de riqueza. Indulgente al principio, Isabel acaba por estudiar su oferta y le dice que le proporcionará un barco, y no tres, para el viaje. Mientras espera su decisión, Raleigh se casa con Beth en una ceremonia secreta. En vísperas de su partida rumbo al Nuevo Mundo, Isabel le arma caballero en su propio dormitorio. Más tarde, cuando se entera de que se ha casado con su dama de honor, ordena que se le encarcele en la Torre de Londres.
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La víspera de su ejecución, Isabel le visita en su celda y le dice que ella también estuvo encarcelada allí mientras su madre esperaba ser ejecutada. Comprendiendo que Raleigh sólo ha jugueteado con su amor, pero segura de su sinceridad en lo referente a los tesoros que esperaban ser descubiertos en el Nuevo Mundo, cede y le envía, junto con su esposa, en busca de oro americano para los cofres de Inglaterra.
