Argumento: Charlotte Hollis (Bette Davis), una mujer de mediana edad sumida en un estado de demencia debido a horribles recuerdos y alucinaciones, vive en una casa solitaria donde, treinta y siete años antes, su amante John Mayhew (Bruce Dern), un hombre casado, fue decapitado y mutilado por un asaltante desconocido. Acosada por la creencia de que su padre (Victor Buono), ya muerto, mató a John y ocultó su cabeza y una mano para burlar a la policía, Charlotte teme que la inevitable demolición de su maltrecha vivienda por parte de la Comisión de la Autopista de Louisiana revele pruebas de la culpabilidad de su progenitor. Tras implorar a Miriam Deering (Olivia de Havilland), su prima, que detenga la demolición de Hollis House, Charlotte la invita a visitarla.

La noche de su llegada, Miriam asegura a Charlotte y a Drew Bayliss (Joseph Cotten), el médico que la abandonó después del asesinato de Mayhew, que no puede hacer nada para impedir que las autoridades derriben la casa. Aquella misma noche, más tarde, Charlotte se despierta al oír una canción de cuna tocada en su clavicordio, investiga el origen de la música y descubre una mano y una cabeza sin cuerpo en la sala de música.

Anonadada por la impresión, Drew la somete a un tratamiento sedante y explica a Miriam que se siente satisfecho al ver que su plan para enloquecer a Charlotte y quedarse con la fortuna de los Hollis está dando resultado. A la mañana siguiente, Miriam despide a Velma Cruther (Agnes Moorehead), la inculta pero fiel ama de llaves de Charlotte, que ha acusado a la visitante de ser una arribista.

Velma le confía sus sospechas sobre las intenciones de Miriam a Harry Willis (Cecil Kellaway), un investigador de una compañía de seguros que trata de averiguar por qué Jewel Mayhew (Mary Astor), la viuda de John, nunca reclamó el dinero del seguro de su marido. Cuando regresa a Hollis House y encuentra a Charlotte drogada, Miriam sorprende y asesina a Velma. Drew traslada su cadáver y hace que su muerte parezca accidental.

Aquella noche, después de engañar a Charlotte y hacerle creer que ha matado a Drew, Miriam la ayuda a ocultar el cadáver en un pantano de las cercanías. Al volver de su macabra misión, Charlotte encuentra a Drew, enfangado y ensangrentado en lo alto de la escalera y se derrumba en un estado de frenesí animal. Más tarde, cuando recupera el conocimiento, ve a Drew y a Miriam en la terraza, debajo del porche de su habitación y, al comprender lo que han tramado contra ella, empuja hacia adelante una gran maceta que cae sobre los los conspiradores abrazados y los mata a los dos.

Cuando detienen a Charlotte a la mñana siguiente, un grupo de curiosos comenta la coincidencia de la súbita muerte de Jewel Mayhew. Harry Willis, separándose de la multitud, entrega a Charlotte una carta en la que Jewel confiesa que mató a John y que pagó a Miriam, que tenía pruebas de su culpabilidad, para que guardase silencio. Al leer la carta, mientras el sheriff se la leva en su coche, Charlotte comprende todo el sentido de su contenido y sonríe irónicamente.

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