Argumento:
Selina Peake (Dawn O'Day) vive una infancia llena de lujos con su
padre viudo, Simeon (Robert Warwick), un jugador profesional que inculca en ella
una permanente admiración por todas las creaciones naturales y artísticas.
Cuando Simeon muere y venden su mansión de Chicago para pagar sus deudas, las tías
de Selina la envía a un pensionado y se olvidan de ella. La muchacha compensa
su soledad esperando con ansia el momento en que pueda satisfacer su ambición
de ser maestra en la región agrícola del noroeste.
Mientras
da clases en la escuela y se aloja en casa de Klaus Poole (Alan Hale), Selina (Barbara
Stanwyck), que es ahora una joven atractiva, conoce a Pervus Dejong (Earl Foxe),
un granjero holandés con afán de cultura y al que ella da clases particulares.
Reconociendo en él las mismas cualidades que caracterizaban a su padre, ella
acepta su proposición matrimonial y se casan. Más tarde, ya nacido su hijo
Dirk (Dickie Moore), Pervus muere, pero Selina sigue trabajando en la granja,
convencida de que lo mejor es criar a Dirk cerca de la naturaleza, y con la
esperanza de que sea arquitecto.
La
decepción que causa en Selina el ya adulto Dirk (Hardie Albright) es muy
profunda, pues abandona su aprendizaje con un arquitecto y se establece como
vendedor de valores en una firma de cambio y bolsa. Esto lo ha organizado la
esposa de su jefe (Rita LeRoy), de la que está encaprichado. Su desilusión por
ello intensifica su admiración por Roelfe (George Brent), el hijo de Klaus
Poole, que ha llegado a ser un escultor famoso.
De
regreso de Europa, Roelfe visita a Selina y le explica que sus elevados ideales
y su nobleza fueron siempre su inspiración y su incentivo para seguir adelante
cuando parecía perdida toda esperanza. En Roelfe, Selina ve hechos realidad los
sueños que ella había tenido para Dirk.
Al
volver a casa para ver a Roelfe, Dirk trae consigo a Dalias O'Mara (Bette
Davis), una joven artista enamorada de él y que, después de conocer a Selina,
entiende la filosofía que ha guiado su vida. La última esperanza de Selina
para la salvación de Dirk es que Dalias pueda ser ahora para él la inspiración
que ella no fue.