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Una actriz legendaria |
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Alarma en el Rhin |
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Ficha artística y técnica Una producción Warner Brothers First National (1943) Título original: Watch on the Rhine Dirección: Herman Shumlin Guión: Dashiell Hammett, basado en la obra teatral de Lillian Hellman Reparto: Bette Davis, Paul Lukas, Geraldine Fitzgerald, Lucile Watson, Beulah Bondi, George Coulouris, Donald Woods, Henry Daniell, Donald Buka, Eric Roberts, Janis Wilson, Mary Young, Kurt Katch, Erwin Kalser, Clyde Fillmore, Robert O. Davis, Frank Wilson, Clarence Muse, Anthony Caruso, howard Hickaman, Elvira Curci, Creighton Hale, Alan Hale Jr. |
Argumento: Mientras Sara Muller (Bette Davis) cruza la frontera entre Estados Unidos y México con su esposo y sus tres hijos para emprender un largo viaje en tren hasta su hogar en Washington D.C., Fanny Farrelly (Lucile Watson), su madre, prepara su casa para el acontecimiento. No ha visto a Sara desde que ésta se casó con Kurt Muller (Paul Lukas), dieciocho años antes, y se fue a vivir a Europa. Como nunca ha visto a sus nietos -Joshua (Donald Buka), Bodo (Eric Roberts) y Babette (Janis Wilson)- el nerviosismo de Fanny es enorme. Confía su ansiedad a su ama de llaves, Anise (Beulah Bondi), a su hijo David (Donald Woods) y a los huéspedes que tiene en casa: el conde Teck de Brancovis (George Coulouris), un noble rumano muy tacaño, y su encantadora esposa americana, Marthe (Geraldine Fitzgerald).
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Cuando se calma la excitación producida por el regreso de Sara, ésta le explica a Fanny ya David que Kurt ha estado enfermo, pero que regresará a Europa cuando recupere la salud, y esquiva las insistentes preguntas de Fanny diciendo que el trabajo de Kurt como ingeniero les exigía cambiar frecuentemente de domicilio. El conde Brancovis, al que Kurt también inspira curiosidad, fuerza la cerradura de su maletín y encuentra en él una cuantiosa suma en billetes norteamericanos.
Durante una partida de póquer en la Embajada de Alemania, donde se le considera un parásito, el conde se entera de que Max Freidak, jefe de un movimiento de resistencia antinazi, ha sido capturado por la Gestapo, pero ni la tortura puede hacerle revelar los nombres de otros miembros de su organización. sospechando con razón que Kurt Muller es la mano derecha de Freidank, negocia con un agente del contraespionaje alemán (Kurt Katch) para venderle esta información.
Enfrentándose con Kurt, el conde le exige 10.000 dólares por guardar silencio. Aterrada ante este intento de chantaje, Marthe se lo echa en cara a su marido, pero él la hace callar al acusarla de traicionarle con David. Cuando Kurt se niega a entregarle los fondos que ha obtenido de personas interesadas en combatir el fascismo, Fanny y David le ofrecen dinero, pero Kurt, sabiendo que el conde le traicionará, se ve obligado a matarle.
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Sara arregla un vuelo para Kurt a México e implora a Fanny y a David que le den tiempo para que pueda huir antes de denunciar la muerte del conde a la policía. Al advertir la importancia de Kurt, y también su grandeza, los dos acceden. Kurt se despide tiernamente de su familia y se marcha a Alemania, donde espera, mediante el soborno, conseguir que Freidank quede en libertad.
Pasan los meses y, cuando no llega ningún mensaje de informe sobre la llegada sin novedad de Kurt, Sara comprende que Joshua, su hijo mayor, irá a su vez a Alemania para continuar la labor de su padre en el movimiento de resistencia.
