Argumento: Toda Inglaterra se dispone a rendir homenaje a Robert Devereaux (Errol Flynn), el conde de Essex, cuando regresa a Londres desde Cádiz tras conseguir una gran victoria sobre la flota española. En el palacio de Whitehall, la reina Isabel (Bette Davis) espera recibir a su amado. Ni siquiera sus detractores, celosos y ambiciosos consejeros del trono, se atreven a menospreciar su triunfo. Pero cuando Isabel recibe a Essex en sus aposentos, en vez de felicitarle le reprende por haber permitido que los españoles hundieran su flota con los tesoros mientras él asaltaba la ciudad de Cádiz y se forjaba una gloria personal.

 Isabel da carácter oficial a su desaprobación otorgando a sir Walter Raleigh (Vincent Price), un antiguo enemigo de Essex, un cargo más alto en el gobierno y nombrando a lord Charles Howard (Guy Bellis) comandante del ejército y de la armada, en sustitución de lord Essex. Éste, aceptando la decisión de la reina pero considerándola como un insulto personal, se retira a su castillo de Wanstead.

Su amigo y consejero Francis Bacon (Donald Crisp) le ruega que regrese a Londres, alegando que sus enemigos, acaudillados por Raleigh, conspiran para conseguir su exclusión permanente del consejo real. Essex mantiene firme su decisión hasta que Isabel le manda sus excusas y una petición personal para que vuelva a Londres. 

En Irlanda, sir William Bagenal acaba de encontrar la muerte al ser derrotado su ejército por el rebelde conde de Tyrone (Alan Hale), que dirige a su pueblo en una guerra contra la dominación inglesa. Cuando la noticia de este revés llega a oídos de Isabel, nombra a Essex jefe de armamento y suministros de guerra, un cargo que le impedirá dirigir una expedición a Irlanda para combatir a Tyrone. La ansiosa reina teme por la vida de su amado.

En la reunión del Consejo, inducen a Essex a jactarse de que puede derrotar a Tyrone, y la desconsolada Isabel no puede hacer nada para impedir que vaya.

Francis Bacon se une a una conspiración para enemistar a la reina con Essex y consigue que lady Penelope Gray (Olivia de Havilland), la camarera de la reina, retenga toda la correspondencia entre los amantes.

Aunque Tyrone derrota a Essex, la gente celebra su regreso a Inglaterra, ya que tiene la intención de apoderarse del trono y reemplazar a la "ramera Tudor", que ha ignorado sus peticiones de hombres y suministros. Organiza una rebelión y se adueña del palacio de Whitehall.

Isabel no ofrece resistencia, pero busca una reconciliación con su amante. Desarmado por esta capitulación, Essex hace que se retiren sus tropas y, entonces, Isabel hace detener y encarcelar a su amante bajo la acusación de traición.

Isabel le ofrece perdonarle la vida e incluso compartir su trono él, pero Essex rechaza su generosidad e insiste en que debe tener o el control completo sobre Inglaterra o nada. Cuando se hace evidente que ella no puede salvarle la vida, Isabel llora mientras él se encamina desde sus habitaciones hasta el patíbulo. En el patio hay redoble de tambores y luego un momento de silencio. El hacha del verdugo ha caído.

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